¿Importa la copa en la que tomamos vino? Spoiler: Sí, ¡y mucho!
- Gaston Padilla
- 28 mar
- 2 Min. de lectura

Si alguna vez te has preguntado por qué en las catas o restaurantes de vinos usan copas distintas para cada tipo, no es por estética ni por puro lujo. La forma de la copa influye directamente en cómo se perciben los aromas, sabores y hasta la textura del vino.

La copa Borgoña – El teatro de los vinos delicados
Esta copa es ancha, redondeada, casi como una esfera. Se usa para vinos tintos suaves y aromáticos como el Pinot Noir. ¿Por qué? Porque su forma permite que el vino respire más y que los aromas se concentren hacia tu nariz.
Anécdota: Una vez en una cata, probamos el mismo Pinot Noir en una copa Borgoña y en una copa de agua. Fue como ver una película en HD vs. VHS. No es exageración, ¡la diferencia era brutal!

La copa Burdeos – Para los poderosos
Alta, con un cáliz más cerrado. Esta copa es perfecta para vinos tintos robustos como el Cabernet Sauvignon o el Malbec. Su diseño canaliza el vino hacia la parte posterior de la boca, donde se perciben mejor los taninos.
Curiosidad: En algunos restaurantes argentinos, es casi “pecado” servir un Malbec en otro tipo de copa. Y con razón.

Copa de vino blanco – Frescura bien dirigida
Más pequeña y estrecha que las anteriores. Esto conserva mejor la temperatura y dirige el vino hacia el centro de la lengua, resaltando la frescura y acidez.
Tip práctico: Si estás en casa y no tenés muchas copas, mejor servir el vino blanco en una copa más pequeña que usar una copa grande de tinto.

Copa de espumante – No más flautas, por favor
Las tradicionales copas flauta se ven elegantes, pero hoy se sabe que no son las ideales para disfrutar los aromas de un buen espumante.
Mejor opción: Una copa tipo tulipán o incluso una de vino blanco, que permita que los aromas suban sin que se pierdan las burbujas.
Experiencia personal: En un brindis de año nuevo, hicimos la prueba con Champagne en copa flauta y copa tulipán. El segundo olía a pan tostado, frutas secas… ¡el primero a casi nada!
Preguntas y respuestas
¿Y si solo tengo una copa en casa, cuál debería tener?
Elegí una copa tipo Burdeos. Es versátil y sirve para la mayoría de los vinos tintos y algunos blancos.
¿Hay copas especiales para rosados?
Sí, pero podés usar una copa de blanco o una intermedia. Lo importante es que no sea muy ancha ni muy cerrada.
¿El material importa?
Muchísimo. El vidrio fino (mejor si es cristal) hace que el vino se deslice mejor y no interfiera en la percepción de aromas. Las copas gruesas o de colores alteran todo.
¿Lavo mis copas con jabón?
¡Cuidado! Lo ideal es enjuagarlas solo con agua caliente y secarlas con un paño sin olor. El jabón puede dejar residuos que afectan el sabor.
En Conclusión: la copa no es solo un recipiente, es parte del ritual. Elegir bien cómo servimos el vino es tan importante como el vino mismo.
¡Nos vemos en el próximo #ViernesDeVino! Y recordá: el vino se disfruta con los cinco sentidos… ¡y con buena compañía!
¿Probaste alguna vez la misma botella en diferentes copas? ¿Notaste diferencia? Te leo en los comentarios
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